Un domingo extraordinario

Manuel Reyna

15 de enero de 2012

El domingo 22 de enero de nueva cuenta fuimos convocados a hacer proselitismo por la compañera Consuelo en la Plaza Lerdo. Una semana antes también habíamos sido citados los integrantes de la Brigada 2 de Julio, pero el mal tiempo hizo desistir a unos, mientras que otros al ver que no había gente en la Plaza Lerdo ni en los cruceros, guardaron los volantes, enrollaron la bambalina y se fueron a tomar un café en La Parroquia.

Ese domingo 22 fue distinto. Con el sol salieron también los xalapeños. Llegué a la Plaza justo al medio día y la carpa denotaba la presencia de la Brigada 2 de Julio y de otros compañeros del Movimiento de Regeneración Nacional. En una esquina de la Plaza estaba Frida y una joven con una bambalina con la imagen de nuestra pre-candidata. Al acercarme a la carpa vi a Baruch arreglando cables para el sonido, a Jorge acomodando la consola del sonido y las bocinas, a Eleonaí manipulando los cables de la corriente eléctrica, es su fuerte.

Ya dentro de la carpa aquello era un hervidero de personas, alrededor de una mesa estaban Elsa, Elvia, el Ing. Castillo, Lolita y Víctor quienes tomando en sus manos diferentes números del periódico Regeneración los doblaban e insertaban propaganda de nuestra pre-candidata Consuelo Ocampo. Esos periódicos bien doblados, se apilaban cuidadosamente mientras llegaban Flor (con el rostro enrojecido por el sol), Irma, Consuelo Niembro y Paulina a tomar montones de periódicos para repartirlos en dirección del Mercado Jáuregui hasta “El Árbol”  o bien por rumbos del Parque Juárez o por Enríquez.

Era tanta la efervescencia dentro de la carpa que al principio no supe donde me debía de incorporar, pues el reparto no es mi fuerte. Decidí doblar periódicos, el espacio no era muy amplio así que desplacé a uno que otro compañero. Lolita avezada en los menesteres de la compaginación me apuraba cordialmente a tomar el periódico tanto de ida como de regreso, sin pérdida de tiempo, como en la maquila. El trabajo colectivo también es alegría y retos. Que si se doblan bien los periódicos, que si se inserta la propaganda de Consuelo de forma tal que haga más visible su imagen, que si se compagina más de prisa porque ya estaban esperando los compañeros que repartían Regeneración.

Al poco rato llegó Fernando, Cristina y Eugenia, así como familiares de Consuelo. Al mismo tiempo que el sonido estaba listo y César afinaba su guitarra, mientras Baruch le acomodaba el micrófono en una silla. El experimento no funcionó y Baruch cargó en mano el micrófono para que César cantara, se aventó dos que tres rolas que me hicieron recordar a Marco Arroyo; una de las rolas tenía dedicatoria: para el culto y leído Peña Nieto. Una parodia reciente pienso yo. Todo lo artístico estaba siendo registrado por la cámara de Eleonaí. Juntos escribiremos la historia.

La compañera Consuelo no paraba. De aquí para allá, hablando con un conocido que venía a saludarla, pero también con el transeúnte, con el ciudadano que le recibía el volante y de repente se nos perdía. Los compañeros seguían distribuyendo Regeneración y el volante. Llegado un momento nos dimos cuenta que sería mejor reducir el número de periódicos que se entregaban en conjunto, en vez de cinco ahora tres, esto con el fin de que hubiera más oportunidad de leer y no sólo de repartir. Por cierto el reparto de Regeneración  ha sido una actividad permanente de nuestra brigada y del Movimiento  Regeneración Nacional en Xalapa.

Mientras cada uno hacía su faena,  el micrófono  era tomado por diferentes voluntarios que de manera improvisada hablaban de la pre-candidatura de Consuelo Ocampo, “una luchadora social, de izquierda,  académica de nuestra universidad …”. Al salir de misa los feligreses oyeron de viva voz la propuesta de Consuelo y mientras pasaban por la carpa se les ofrecía Regeneración. No vi llegar a Alicia, de repente ya estaba cantando acompañada de un joven a la guitarra, su inconfundible y bella voz se oía en la Plaza Lerdo; a unos metros, a fuera de Bancomer un individuo tocaba una flauta y su hijo –digo yo- pedía unas monedas, mientras Alicia nos deleitaba con un rock de Rockdrigo y de Alejandra Guzmán.  No recuerdo al escribir esto haberla oído cantar música brasileña, que la canta muy  bien.

A la carpa llegaron más de tres pedigüeños. Un enfermo que iba a Plan de la Hayas, otro más lángara incorporó a su discurso la solidaridad del PRD. Cristina y Flor fueron solidarias con ellos. Por ahí de las tres de la tarde bajó el ánimo y  la afluencia de transeúntes. La iglesia empezó a cerrar sus puertas, algunos compañeros se empezaron a despedir, otros se encaminaron a su destino y en el camino siguieron repartiendo Regeneración. A esa hora  nos dimos cuenta que ya no había periódico y se tomo la decisión de ir por más pues estaba por llegar Paco, la maestra Gloria y alguien más. Víctor había montado su camioneta a la plaza y rápido fue por más periódico, se calcula haber repartido entre 8 y 10 mil ejemplares de Regeneración  de diferentes números y cerca de 8 mil volantes. Mientras Víctor iba por el periódico lo suplí portando una bambalina en una esquina de la Plaza, hasta ahí llegó el compañero Carlos, responsable del Morenaje ( Morena Jóvenes y Estudiantes ), sucedió un incidente sin consecuencias, Carlos llamó a una compañera con la que platicaba señora, ella se molestó un poco y le hizo saber que entre nosotros éramos compañeros, un asunto de generación .

Pasadas las 4 de la tarde me acerqué a la carpa, ya estaban compaginando los periódicos que había traído Víctor, Baruch doblaba los cables del sonido y Jorge guardaba la consola y las bocinas y las subía a su auto. Me despedí de los ahí presentes, unos me propusieron ir a comer. Me disculpé.   Como había mucho sol pensé en llevarme zapatos que no fueran de hule grueso, que arrepentida me dí, cuando iba por la calle de Enríquez rumbo a mi auto los pies me latían, había estado más de 4 horas de pie en la Plaza Lerdo. Fue una jornada exitosa.